
Meditar es simple, pero no siempre es fácil. A menudo caemos en patrones o expectativas que nos alejan de la verdadera práctica. Reconocer estos errores es clave para avanzar con ligereza y claridad.
Aquí tienes los más comunes (y humanos), junto con sugerencias para evitarlos:
❌ 1. Creer que hay que “dejar la mente en blanco”
Este es el mito número uno. La mente piensa, es su función. No se trata de silenciarla, sino de observarla sin identificarse con ella.
✅ Solución: Enfócate en observar sin apego. Vuelve a tu respiración cada vez que te distraigas.
❌ 2. Juzgar la experiencia
Pensar que estás meditando “mal” porque te distraes, te mueves o te aburres es muy común.
✅ Solución: La meditación no se mide en “éxito o fracaso”, sino en presencia con lo que hay.
❌ 3. Meditar solo cuando “tienes tiempo”
Esperar el momento perfecto para meditar hará que nunca lo hagas.
✅ Solución: Agenda tu meditación como una prioridad. 5 minutos diarios valen más que una hora esporádica.
❌ 4. Forzar una postura incómoda
Creer que debes sentarte en flor de loto o quedarte inmóvil puede causar frustración o dolor.
✅ Solución: Adapta tu postura. Lo importante es que estés cómodo y atento.
❌ 5. Buscar una experiencia “mística” cada vez
La meditación no siempre es paz y éxtasis. A veces es silencio, otras veces ruido interno. Y todo está bien.
✅ Solución: Acepta cada sesión como venga. Confía en el proceso.
📘 ¿Te identificaste con alguno?
No estás solo. En nuestro ebook te guiamos paso a paso para evitar estos errores y establecer una práctica profunda, sencilla y transformadora.